miércoles, 4 de abril de 2012

HUMANISMO


El movimiento humanista comenzó en Italia, donde los escritores de finales de la edad media Dante, Giovanni Boccaccio y Francesco de Petrarca contribuyeron en gran medida al descubrimiento y a la conservación de las obras clásicas. Los ideales humanistas fueron expresados con fuerza por otro estudioso italiano, Giovanni Pico della Mirandola, en su Oración, obra que trata sobre la dignidad del ser humano. El movimiento avanzó aún más por la influencia de los estudiosos bizantinos llegados a Roma después de la caída de Constantinopla a manos de los turcos en 1453, y por la creación de la Academia platónica en Florencia. La Academia, cuyo principal pensador fue Marsilio Ficino, fue fundada por el hombre de Estado y mecenas florentino Cosme I de Medici. Deseaba revivir el platonismo y tuvo gran influencia en la literatura, la pintura y la arquitectura de la época.
La recopilación y traducción de manuscritos clásicos se generalizó, de modo muy significativo entre el alto clero y la nobleza. La invención de la imprenta de tipos móviles, a mediados del siglo XV, otorgó un nuevo impulso al humanismo mediante la difusión de ediciones de los clásicos. Aunque en Italia el humanismo se desarrolló sobre todo en campos como la literatura y el arte, en Europa central, donde fue introducido por los estudiosos alemanes Johannes Reuchlin y Philip Melanchthon, el movimiento penetró en ámbitos como la teología y la educación, con lo que se convirtió en una de las principales causas subyacentes de la Reforma.
Uno de los estudiosos más importantes en la introducción del humanismo en Francia fue Erasmo de Rotterdam, que también desempeñó un papel principal en su difusión por Inglaterra. Allí, el humanismo fue divulgado en la Universidad de Oxford por los estudiosos William Grocyn y Thomas Linacre, y en la Universidad de Cambridge por Erasmo y san Juan Fisher. Desde las universidades se extendió por toda la sociedad inglesa y allanó el camino para la edad de oro de la literatura y la cultura que llegaría con el periodo isabelino

HUMANISMO EN EL RENACIMIENTO

ABSOLUTISMO




El absolutismo surge en Europa Occidental en los siglos XVI, XVII y hasta el siglo XVIII , como nueva forma de organización política-económica sustitutiva del régimen feudal. Se caracteriza por la centralización del poder en el monarca.

Durante la Edad Media, el centro de organización político y económico era el FEUDO (extensión de tierra) y la cabeza del mismo era el señor feudal. Económicamente era una unidad productiva cerrada de subsistencia, donde el comercio era casi nulo. Socialmente, un sistema de estratificación centrado en el linaje, la movilidad social era casi imposible. Se centraba en un contrato feudal con obligaciones de ambas partes: señor feudal debía brindar seguridad y protección, y los vasallos debían servir al señor, respetarlo y acompañarlo. El estado es de carácter patrimonial, y es propiedad privada del rey.

Las dificultades comienzan a partir de la implantación lenta y paulatina del sistema capitalista. Surgen actividades que encuentran trabas (como el usufructo de la tierra) para crecer. Cada feudo fija su sistema feudal e impositivo, sistema de medidas y moneda vigente. La falta de un único sistema de medidas, un patrón de moneda y los impuestos, llevan al encarecimiento de los productos, e interfiere con el libre comercio.

Este sistema nuevo necesitaba una nueva organización política.

Aparecen los Estados Modernos. Estos estados están encarnados por los Monarcas y tiene su Ejército. El monarca no era por elección sino por sangre, por herencia. El poder de este monarca es legitimado por Dios, es de origen divino.

En el estado absolutista hay centralización de funciones, un solo ejército dirigido por el rey, hay jerarquía de funcionarios, cobran impuestos, hay un orden jurídico unitario y debe haber obediencia de los súbditos. Las relaciones entre los hombres siguen siendo contractuales, el rey tiene un contrato con cada hombre.